Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Estatuas Verdes os regala un cuento


En el taller de Tecnología, Antoñito no dejaba de interrumpir al profesor. Cada vez que don Francisco intentaba explicar algo, el niño saltaba gritando: ¡Vamos a cortar tablas!, ¡Vamos a cortar tablas!


-No, Antoñito, ahora no –explicaba paciente don Francisco.


Por toda respuesta, el chico exclamaba:
-¡Vamos a cortar tablas!, ¡Vamos a cortar tablas!


Don Francisco trataba sin éxito de dar unas instrucciones:
-Chavales, a continuación vamos a coger…
-¡Vamos a cortar tablas!, ¡Vamos a cortar tablas!


Exasperado por dentro pero sin dar muestra de ello, dijo don Francisco con semblante calmo:
-No, Antoñito, ¿sabes lo que vamos a hacer? Voy a contaros un cuento. La clase lo miraba absorta, también Antoñito.

Había una vez, hace varios miles de años, un grupo de monos que vivían en la selva cerca de un grupo de humanos. Los humanos hablaban y tenían herramientas pero los monos solo querían cortar tablas. Un día un mono robó un serrucho a los humanos y se puso a serrar unos tablones. Aquello inmediatamente llamó la atención de los demás monos. ¡Qué maravilla! Todos se congregaban a su alrededor y daban gritos: ¡Iíííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííí!


Los monos veían que los hombres inventaban cosas nuevas y seguían progresando, pero era mucho más divertido cortar tablas, dejar que los otros trabajaran. Los monos solo querían darle al serrucho.


Con el tiempo, los monos se fijaron en los humanos y aprendieron a caminar erguidos. Se siguieron acercando a los hombres y con el paso de los años se mezclaron con ellos, hasta confundirse. Y, ¿sabes qué, Antoñito? Hasta el día de hoy los monos continúan entre nosotros.



[Basado en hechos reales]

6 comentarios:

GRILLO SOLITARIO dijo...

TOTALMENTE CIERTA LA ÚLTIMA AFIRMACIÓN. HE AQUÍ LA PRUEBA.

Fran G. Matute dijo...

Yo también doy fe de ello. Lástima que no pueda colgar una foto del gorrilla que ronda las calles adyacentes de mi oficina...

Anónimo dijo...

Qué grandeza!!! Pero te ha faltado explicar la reacción de los alumnos, porque mucho me temo que no entendieron nada y siguieron gritano ¡Cortar tablasssss!

orphangirl dijo...

lo de mono a algunos se les queda hasta GRANDE

Seño Ana dijo...

Cuantos Antoñitos hay sueltos por este mundo...

Muy bueno el cuento, podrías colgar alguno de vez en cuando... como las postales que todavía sigo esperando.Jeje.

SNQEV

Porerror dijo...

Los monos continúan entre nosotros, eso es impepinable. Por cierto, que la reacción de Antoñito tras escuchar el "cuento" fue preguntar ¿Maestro, eso es verdad?

 
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