Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

martes, 10 de febrero de 2009

Poesía para los que leen prosa


Poesía para los que leen prosa (Visor, 2004) es una antología que el escritor Miguel Munárriz preparó para abrirle el apetito a los que no frecuentan la lectura de poemas: poesía para los que no leen poesía (parece ser que esto último ya era el título de una obra de Hans Magnum Erzenberger). Es un libro cuyo título puede llamar la atención de cualquiera en una librería: a mí me ocurrió hace 4 años y se lo regalé a mi madre.

Mi madre sí lee poesía, ella me aficionó a mí casi sin saberlo. Pero el libro me pareció simpático como regalo. Estaba en su casa y este fin de semana se lo he robado y me lo he leído. Y lo traigo hoy a colación por un contraste de extremos: los que leen mucha poesía y los que la aborrecen o al menos la ignoran. El otro día me invitaron a cenar tan ricamente unos amigos muy poetas, buena gente (no tiene nada que ver lo uno con lo otro, pero estos son las dos cosas). Además de chistes, barbaridades, discusiones, canciones, gin-tonics, anécdotas, etc… esta pandilla es muy de recitar, y no me defraudaron: Gil de Biedma, Ángel González… también se sentaron a la mesa.

¿Pedantes? No, copón: gente con alma. Muy poéticos, digo, y también tengo el otro extremo contrario, amigos que no trabajan la poesía. Más de uno ha dejado ya comentarios en este sentido en Estatuas Verdes, donde todas las opiniones son bienvenidas (salvo las loas a Melendi). Hace unas semanas otra lectora me contaba que, sí, que el post de las naranjas muy bonito, pero que, claro, ella… los poemas… La razón más extendida para este rechazo es “no entiendo la poesía”, y esto puede ser verdad, pero me temo que en muchos casos esta “falta de entendimiento” viene motivada por un complejo/tara que es culpa del modo en que se enseña poesía en la escuela española. Munárriz también deja caer algo de esto en su introducción.


“Leamos el poema”agonal carro, era del año la estación florida, en tanto que de rosa y azucena, polvo serán mas polvo enamorado… total, que poesía eres tú pero “tú” no te enteras ni jota. Y es verdad. ¿Por qué ibas a penetrar unas formas y un lenguaje artificialmente diseñados hace siglos por gente cuyos valores (heroísmo, religión, honor, decoro…), además, te son remotos? Menos mal que al rescate siempre viene –o siempre venía- el profe de turno que te “explicaba” el poema y “lo que quería decir en realidad el autor”. ¿Qué cojones “en realidad”! En realidad el autor quiso decir lo que dijo, por eso se curró unos versos que son recordados con el paso del tiempo.

El error de concepto (un concepto decimonónico obsoleto) consiste en pensar que las obras literarias encierran significados ocultos y que solo unos pocos iniciados pueden desentrañarlos. Mentira. Cierto es que la poesía y la literatura, como todos los ámbitos, tiene sus nociones, sus reglas (aunque sea para saltárselas), su vocabulario técnico y sus lugares comunes. Igual que la papiroflexia o la hípica. Pero basta con conocerlos un poquito, e incluso sin conocerlos, las poesía se puede disfrutar a muchos niveles.


Vuelvo al principio, al libro de Poesía para los que leen prosa (porque si de entrada no leías nada la cosa puede ser un tanto ardua), la antología se centra en poemas fáciles de comprender, no enrevesados ni especialmente simbólicos. El 99% son poemas del siglo XX y abundan los de tema anecdótico, de fácil lenguaje, coloquial… En la nómina de autores encontramos a los sospechosos habituales de ambos lados del Atlántico (Benedetti, Ángel González, Gil de Biedma, Borges, Neruda, Bécquer, Machado) y a otros malditos o más precisamente menos obvios (David González, Jon Juaristi, Juan Bonilla, Manuel Rivas). También hay una sección de recomendaciones muy bonita, en la que famosotes de las letras dejan dicho su poema favorito: leemos así lo que le mola a Imanol Arias, Iñaki Gabilondo, Lorena Berdún, José Saramago o Leonor Watling. Y no recomiendan mierdas, ninguno.

Yo os recomiendo este libro a todos vosotros, lectores de Estatuas Verdes, avezados lectores de poesía o neófitos en la materia. Y te lo voy a regalar, a ti, Ana: para que por fin “entiendas” la poesía y puedas así aficionar a lo que venga.

7 comentarios:

Fran G. Matute dijo...

Sólo diré una cosa de lo que comentas (ya sabes que la poesía y yo): Imanol ¿eh? 9 TPS de Oro... ¿no crees que es hora de desenmascararlo?...

Lo único bueno que hizo fue arrodillarse ante Amaia Salamanca...

Rukia dijo...

Creación de Dante era e libro,
era Su Infierno.
Cuando a él bajamos los ojos
yo dije trémulo:
"¿Comprendes ya que un poema
cabe en un verso"
Y ella respondió encendida:
"¡Ya lo comprendo!"

Llamadme enamoradiza, romanticona, cursi, ñoña, infantil...
pero Bécquer es mi favorito.

Y Antonio Machado mi segundo favorito ;D

Karmen dijo...

Dos cosillas: 1) Encajo muy bien en el conjunto de personas a quien va dirigida esta antología... (soy un poco desastre para la lectura), pero en el Cole y en la Carrera siempre me gustaba dedicar tiempo a estudiar poesía (en el sentido que mencionas, con los profes arrojando cábalas e hipótesis aquí y allí); y 2) Leonor Watling nombrada en un post sobre poesía en Estatuas Verdes... ¿significa eso que es menos pupita de lo que pensábamos?

¡El verificador de palabras ha dicho "ingent"!

Seño Ana dijo...

Gracias corasson. A lo que venga le contaremos que su primer libro de poesía se lo regaló su tito Porerror.

SNQEV

Sam dijo...

Confieso que de leer poesía ando cortita, sólo echo mano de las perlas de mi amigo(con mayúsculas)Migue y de algún otro autor que venga recomendado por él. Voy a hacerte caso y probaré con tu recomendación tambien, que nunca está de más.
Por cierto, me emocionaste el otro día con la entrada tan maravillosa dedicada a tu hermanita. Me quedo con la frase "La violencia más fuerte que he sentido nunca sobre mí es tener que soportar la separación física de mi hermana", me sentí muy identificada con la mayor parte de lo que describiste de tu experiencia. Precioso.

PD: Seguimos teniendo una conversación pendiente, con un pescaito frito por delante.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Estimado porerror,
me has desenmascarado. Mi "estudio" de la poesía en B.U.P me traumatizó de tal forma que no me relajo con un libro de poesía entre las manos. No hago más que pensar en el contexto histórico y en el sentido oculto del sentido oculto del entrelineado.¿Quién fue mi último profe se Literatura?¿Fue en 1º de BUP?
Reconozco que es una asignatura pendiente.
Snifff, snifff

Balmedne

Anónimo dijo...

Bueno, un poco pedantes sí que serían tus colegas. Por lo demás estoy de acuerdo contigo. Se enseña poesía al revés, habría que empezar con poetas recientes. Para cuándo un libro de novelas para los que leen poesía. Migue.

 
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