Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

David Bowie: Était-il ridicule?


-"Soy un cocodrilo, soy un mamá-papá que viene a por ti"
(David Bowie)




David Bowie, ¿eh? Era moderno, era geniaaaaal, era funky, era freaky, era glam, era espacial en la Era Espacial. Y, según aprendimos en la peli Velvet Goldmine (1998), era discípulo de Oscar Wilde, amén de bisexual. Según le dé la luz, David Bowie fue el mayor talento musical a este lado de los Beatles, y además -por si su legado musical no fuese importante- codificó una de las reglas fundamentales de la rock star: el cambio de look continuo.

Los Beatles se cambiaban de gafas o de chaquetas, Elvis cambió de imagen porque cambió de cuerpo (o porque actuaba en pelis), pero Bowie fue el primero que cambió de look conscientemente, utilizándolo como un elemento más del espectáculo que ofrecía. Que se lo digan ahora a Madonna, por ejemplo. El hecho de que cada nuevo disco y gira vayan acompañados de una imgen distinta es algo muy original, si se piensa, que ahora damos por sentado pero que hubo un tiempo en que fue necesario inventarlo. En estas metamorfosis (no en vano Don Bowie se ganó el apodo de El Camaleón), al amigo se le fue la perola en más de una ocasión, y ahí está la gracia.


Otra cosa bonica y divertida del Bowie artista es lo en serio que parece tomarse, gracias a la teatralidad que imprime a su presencia pública: auténticos personajes que le permiten mantenerse al margen o dar de sí lo que quiera, pero siempre dando espectáculo. El pobre John Lennon quedó de pardillo confesando que Jesús de Nazareth le parecía poco importante. Jim Morrison se dejó la salud convenciéndonos de que era un artista atormentado (hasta la churra se sacaba en público, angelito...!). Bowie, con un ojo de cada color, el pelo naranja y un parche en el ojo, da igual lo que diga, porque ya sabemos que es una coña.

Sin embargo, él habla de forma muy seria, cuasimesiánica, pareciera que está desarrollando una filosofía del Arte. Y además en el espacio, que mola más. Para una sociedad infantil en viajes espaciales, recién pisada la Luna, que se desayunaba con la carrera entre potencias y con obras de ciencia ficción, un artistazo como Bowie, Arañas de Marte, hay aquí un marciano deseando conoceros... Comandante Tom, ¿qué camisas usa usted...? ¿Hay vida en Marte? Esto es la rehostia, amigos!!


Ya quince años antes, los Ran-Dells cantaban "The Martian Hop", pero su caracterización era de guardarropía, era todo una broma. Bowie no, eh? Cuidado! Bowie es de verdad un alienígena, él habla de perros de diamante, de rarezas espaciales... para algo viste como viste y habla como habla. Otra aportación de Bowie que nos suele pasar desapercibida a los no angloparlantes es que él fue el primero que cantó música rock con acento británico de manera digna, sin humoradas y sin afectar regionalismos. Lo siento, amigos de Small Faces, Beatles o Kinks, esto que digo es así. ¿Un marciano con acento ingles? ¡Lo máximo! Sobre todo si soy inglés y vivo en una ciudad gris donde siempre llueve.... así hasta a mí me entran ganas de ponerme maquillaje, a lo mejor.

Bowie es un actor cascado, es un Aladino cuerdo, un zagal loco, y toda su parafernalia y sus looks y su mensaje espacial, que en 1972 resultaba lo más moderno y lo más in.... ¿puede ser que hoy día resulte una gran mamarrachada? ¿Ha quedado Bowie obsoleto? Su música desde luego que no, de eso no estamos hablando. Su estética y su mensaje... a mí me dan risita, qué queréis.

Un gran ejemplo de esto lo tenemos en la serie de humor musical Flight of the Conchords (2007-?). En el sexto episodio de la 1ª temporada, titulado "Bowie", a uno de los protagonistas se le aparece David Bowie para darle absurdos consejos vitales. Primero se le aparece Bowie de 1972, la Araña de Marte. Más tarde, serán Bowie del videoclip "Ashes to Ashes" (1980) y el de la peli Dentro del laberinto (1986), a cual más ridículo. El episodio culmina con un bizarro videoclip de una canción-parodia de todas las del space rock del inglés: "Space Oddity", "Starman", "Ziggy Stardust", "Life On Mars?"...


Le enseño este vídeo a un amigo, gran Bowiófilo (más que yo: a mí a partir de 1980 casi que deja de interesarme), y al terminar de verlo no puede evitar exclamar: "¡Dios mío, Bowie era ridículo!" Correcto. Es la peor revelación de la semana. Ni caso Gürtel, ni Berlusca, ni los nuevos presupuestos generales ni nada. Lo peor de la semana es darte cuenta de que tu ídolo, en verdad, da risita. ¿Nos estamos haciendo viejos?

Sospecho que David Bowie está achacado de la misma enfermedad que dice Daniel Ruiz que tiene Polanski. Lo mejor, por el momento, es que no cunda el pánico. Seguid con las medidas habituales de higiene, lavaos las manos frecuentemente con jabón y, en la medida de lo posible, tratad de evitar las imágenes y vídeos de David Bowie. Sobre su música, no hay ningún problema: podéis seguirla disfrutando tan tranquilos.

5 comentarios:

Fran G. Matute dijo...

Magnífico post! Y gran reflexión sobre un asunto que nadie hasta la fecha se ha atrevido a afrontar...

¿Era Bowie un mamarracho o un visionario? ¿O ambas cosas? Como bien dices, creo que el problema es que ahora, con los años, verlo con sus "disfraces" nos da vergüencica ajena... lo que habría que preguntarse es: ¿Era ya Bowie un mamarracho en 1972?... Salvo que utilicemos el DeLorean de nuestro amigo Steve mucho me temo que eso nunca lo averiguaremos... Groovietational!

Rocío dijo...

Mi comentario iba por el mismo camino Fran G. Matute. No es justo que le califiquemos en función de nuestros cánones estéticos actuales. Qué ridículas eran las superhombreras en las mujeres, verdad? Pues id sacando las fotos de vuestra comunión y me decís.
Yo tengo hermanos que me sacan muchos años y para ellos Bowie era un dios, ni payaso ni mamarracho ni nada. Hasta sus ojos de 2 colores molaban.
P.D. A alguno de los lectores de este blog les puedo enviar fotos del año 84, 85 de una excursión al campo para refrescarles la memoria (y que me digan ahora los niñatos de los pantalones vaqueros con chaqueta de chandal que ellos son modernitos).

ouscrob

Daniel Ruiz García dijo...

La cultura de las hombreras es una de las más nefastas que nos ha tocado padecer a los que crecimos en los 80. Hay otras muchas tendencias sonrojantes, y seguro que cada uno tiene una favorita: la mía, sin duda, la de los pantalones vaqueros despintados.

Anónimo dijo...

Y los tupés de las chicas con sus moldeadores y los pantalones rosas de los chicos pijos.

Anónimo dijo...

Pues no sé...entiendo que la moda de las hombreras en camisetas Ferrys, pantalones lavados con bajos a la altura de los tobillos, botines rebook y tupes con diademas anchas de carey...visto ahora, da grimita...Pero sinceramente para nada me da risita, ni nada, ver videos o imágenes de David Bowie, al contrario.Molaba y mola.

Un beso fuerte, Almu.

 
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