Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Habitación de hotel de Edward Hopper


(Dedicado a mi madre, que me estará escuchando)





El cuadro se llama Hotel Room o Habitación de hotel, lo pintó el norteamericano Edward Hopper en 1931. Seguro que lo habéis visto, está en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid. El cuadro se llama Hotel Room y ahora preside el salón de mi casa en Cosica.

Antes estaba en el dormitorio de una casa de la que he tenido que salir corriendo, sin mirar atrás, no como esa niña de ese otro cuadro norteamericano que huye de su casa y en el último momento se vuelve. La escena del cuadro de Hopper os la describo para acompañar mi razonamiento, no porque no la podáis ver: se trata de una mujer sola (¿abatida?), sentada en la fría cama de un hotel anónimo. De fondo un equipaje femenino de entreguerras (tacones, sombrerito); ella está en paños menores, leyendo o ensimismada pensando en algo que acaba de leer. O releer.

Podría ser una modelo de Julio Romero de Torres durante un descanso, solo que esta mujer está más triste, parece, y además es rubita o pelirroja. El cuadro –ya se sabe- denota una tremenda sensación de soledad o de tristeza. ¿Qué pone en el papel maldito? A veces juego a fantasear que lo averiguo, puede ser una carta con una mala noticia, puede ser la factura de unos gastos que ella no puede afrontar. Tal vez sea la carta en la que su amante, novio o marido le comunica que la abandona, tal vez sea la carta en la que le comunican que su marido se acaba de suicidar.


Por el crash del 29, se entiende. Quizás sea solo un telegrama con malas noticias cotidianas, pero me inclino a pensar que es algo gordo: su propia carta de despido (otra vez, la Crisis) o el certificado de defunción de su hija más querida. Y pese a todo, ella está plácida, ajena al torbellino que a buen seguro se desarrolla de puertas para afuera en la ciudad, ese otro planeta.

Anoche mismo tuve una discusión con una feminista rampante, quien sin lugar a dudas me criticaría por insinuar (o afirmar abiertamente) la fragilidad o desvalimiento de la mujer del cuadro. ¿Es que acaso una mujer sola no puede ser un síntoma de fuerza, de libertad, de poder? Lo siento, amiga feminista: en este cuadro no. Ya he apuntado la posibilidad de que sea una mujer trabajadora, lo cual no es poco en la convulsa época en la que Hopper lo pintó. La mujer de la Habitación de hotel es una persona incompleta, le pese a quien le pese: y sospecho que en este caso a ella le está pesando más que a nadie.


Hoy el cuadro Hotel Room de Hopper preside el salón de mi casa en Cosica, por una carambola, por pura casualidad (ya he explicado que es un rebote). Salvo que servidor que esto escribe cada día que pasa cree menos en las casualidades, y ahora mismo, en esta negra y absurda y lluviosa y mierdosa noche cosiquesa cree ver en la estampa enmarcada un profundo simbolismo. Este es un cuadro muy poderoso: ¿quién no se ha sentido identificado, en algún momento de su vida, con ella, con la mujer de la pintura? ¿Quién no se ha visto solo, en la noche negra, justo en medio de una estruendosa pelea de perros?

¿Quién no ha sabido que al llegar a “casa” solo le espera a uno una Habitación de hotel?

11 comentarios:

GRILLO SOLITARIO dijo...

LO PRIMERO LA PALABRA: limen

EL CUADRO ES PRECIOSO. Y EN EL THYESSEN HE ESTADO, DOS VECES, Y MÁS QUE LAMENTE DECIRLO AHORA, NO HE REPARADO EN ÉL.

POR CIERTO, ESTÁ LEYENDO ESTATUAS VERDES, CLARO. EL POR QUÉ ESTÁ TRISTE Y POR QUÉ ESTÁ EN ROPA INTERIOR YA DEJA DE SER ASUNTO MÍO...

chead dijo...

El cuadro es precioso y a mi también me transmite desvalimiento. Quizás es la postura, el hecho de que se encuentre en ropa interior... no sé.

Por cierto, la foto de los perros peleando ¿se te ha colado? es que me da mucha grimita, no lo puedo evitar. Casi me crea más desazón que el cuadro

Anónimo dijo...

Recuerdo "de chica" (cuando digo esto me doy cuenta de que ya no lo soy), hará unos 18 años, en el instituto que "desmenuzamos" El Grito de Munch.

Recuerdo haberme quedado sorprendida de lo mucho que a la profesora de Historia del Arte le transmitía ese cuadro y todas las historias que ella veía escondidas en ese gesto que a mí en ese momento me parecía unicamente un careto feo.

Ese cuadro me hizo cambiar totalmente mi forma de ver el Arte, y desde entonces cada cuadro es mucho más que unas pinceladas.

Estoy segura de que si hace 18 años hubiera leído este post, esto mismo me hubiera ocurrido con Habitación de Hotel de Hopper.

Chapeau, porerror.

Silvia

Anónimo dijo...

Que..."¿Quién no se ha visto solo, en la noche negra, justo en medio de una estruendosa pelea de perros?"...yo misma, en estas últimas noches...pero en vez de perros sonaban coches con música fuerte de mis vecinitos los canis que van llegando a sus casas...

Un beso fuerte.

Porerror dijo...

Como siempre, gracias a todos por vuestros comentarios.

Y en fin, es lo que tiene la noche negra... perros, canis, ¿veo ahí un sutil juego etimológico latino?

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Es curioso, Porerror, estaba yo tan ilusionada con la casita que me he alquilado en el pueblo donde me han destinado este año! pero justo hoy me han dado las llaves, mañana empezaré a llevar mis cosas para allá y el jueves pasaré mi primera noche allí... ya he visto que es una realidad sin vuelta atrás, y al analizar eso me ha entrado un poco de miedo por poder verme sola y tristeza pq no podré estar como cada noche con los amigos en el bar en el que nos reunimos.

Y ahora tú pones el post del cuadro este, que refleja exactamente el motivo de mi temor: soledad y tristeza. Qué coincidencia, no?

Voy a llamar ya a Telefónica pa que me pongan internet y empezar a bajarme las series que me has aconsejado! ;-)

CLP

Anónimo dijo...

Qué va Porerror, no ha sido ningun sutil juego etimológico latino...sólo coincidencia...

Un beso fuerte.

Fran G. Matute dijo...

Debe ser un sentimiento universal lo que provocan las obras de Hopper... Ayer sin ir más lejos, leyendo al gran Carlos Salem, me topé con la siguiente frase que describía a una chica solitaria, "... la soledad que sólo pudo pintar Edward Hopper."

Susu dijo...

Leo esta entrada un poco tarde, pero la leo en el momento idóneo para mí.

Suscribiría todas y cada una de las palabras que escribes, Porerror. Parecen una transcripción literal de mi interior en estos momentos.

Gracias.

Riggy dijo...

Entre este post y el de las jam sessions ahora entiendo porque el buen Susu me decía el otro día que estaba encantado con Estatuas Verdes últimamente...

Precioso post en cualquier caso. Bien sabes, Porerror que me río más que nadie contigo, pero cuando te pones "serio" es para aplaudir. Te mando ánimo para lidiar con los malos momentos.

Sopa Boba dijo...

Me encanta la frialdad que expresa Hopper. Entramos en la intimidad de la vida de una viajera en un hotel. QUién va solo A UN HOTEL? el que no puede ir a otro sitio. LAs maletas sin deshacer presuponen que la chica está de paso, y que está sola.
Me gusta el cuadro mucho, y me parece increible que pueda ser de alguién. Estas obras parecen siempre patrimonio de la humanidad. SI ME LO QUIERE REGALAR, LO ACEPTARÍA CON GUSTO.
uN SALUDO

 
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