Vivencias polimórficas de un treintañero perplejo.

martes, 18 de diciembre de 2012

Segunda Edad de Plata del pop morralla


Hasta los más instruidos de entre vosotros me consta que andáis revolucionados con el tema del Apocalipsis maya; sabéis que a mí eso me suda el ojjj… porque me parece una ordinariez. Todavía si fuera maya-tolteca… Pero es cierto que la peña anda motivada con el temita, y no hace falta que la NASA venga a desmentirlo, es que los lectores de Estatuas Verdes hace tiempo sabemos leer las señales del Fin del Mundo sin (casi) inmutarnos. Pudiera achacarse a dicho fin de los tiempos el éxito de un programa como La Voz en Telecinco, o la proliferación de éxitos de pop bailable y sencillote pero altamente satisfactorios que satura el espacio audiovisual últimamente.
Soy un nazi de la música, dejad de gritarme. Me gustan los Beatles, el power-pop, el doo-wop, los Beach Boys, etc, pero hasta yo sé que hay que trabajar una migajita la música pegadiza y fácil porque es lo que suena en la radio, lo que ponen en los bares y en las fiestas. En otras palabras, sé que no puede uno pretender ir a una boda y que en la barra libre el DJ pinche a los Beatles, los Stones, los Kinks, David Bowie, Elvis Presley, Antonio Machín o Pulp. Mola la musicota onda Europa FM, y en las últimas semanas, una esforzada escucha de esta emisora y del programa Top 20 Downloads de MTV me ha hecho caer en la cuenta de que nos encontramos ante una maravillosa ola de éxitos basura como no recuerdo en más de una década. Y he puesto música en bodas.


Los G.R.A.N.D.E.S. del pop meloso se han puesto de acuerdo para sacar exitazo este otoño: ahí va en cabeza Pitbull, con su “Don’t Stop the Party” (obvio las colaboraciones y los feat., que eso daría para capítulo aparte), Juan Magán que no deja de proporcionarnos alpiste, David Guetta contraataca con temazo nuevo: “She-Wolf”, por la banda se destaca Robbie Williams con su espectacular número uno “Candy”, Ke$ha y su “Die Young” prometen darnos tardes gloriosas de cubateo estas navidades, Will.i.am –el talentoso de Black Eyed Peas- se sale de la pelleja con “This Is Love” y ahora saca una colabo con Britney Spears, quien a su vez ha cortado el bacalao este año consagrándose como la mujer mejor pagada del showbizz.
Sigo. Carly Rae Jepsen aún triunfa con su “Call Me Maybe”, Taylor Swift ha dado el sorpasso con su adolescente “We’re Never Ever Getting Back Together”, por no hablar del adelanto del  nuevo álbum de Enrique Iglesias “Finally Found You” o del último llenapistas del imprescindible Flo Rida: “Whistle”. A Jennifer López parece que le han dado cuerda, con o sin Pitbull sigue arrimando candela con su “Dance Again”, “Papi” y otra que ahora no me acuerdo y no me apetece mirar (desde el respeto). Y Bruno Mars y su nuevo “Locked Out of Heaven”? A Nicky Minaj y su “Starships” también le queda partido, lo mismo que al “Drive By” de Train o al “Stereo Hearts” de Gym Class Heroes.


Podría seguir, pero me entra jaqueca, tal es la avalancha de temazos imposibles de no bailar, y como miremos atrás dos años la cabeza nos explotaría estudiando la cantidad de canciones de Shakira, Juan Magán, David Guetta, Jennifer López, Paulina Rubio o Pitbull que nos hemos zampado. Todo me gusta excepto Jason De Rulo, porque a mí no me gusta el pollo (como al del chiste). Ante tamaña playlist no es posible negar la evidencia: nos encontramos sin lugar a dudas ante una Edad de Plata del pop basura. Ah, y “Gagnam Style” tampoco me gusta. De nada.
Y por qué “edad de plata”, Porerror? No sería –acaso- mejor decir edad de oro, con la ventaja añadida de que es el oro el metal precioso señero de Estatuas Verdes? Pues señora, pongo plata porque me da la gana, porque el símbolo químico de la plata es Ag, porque en inglés se dice silver, porque plata rima con Afrika Bambaataa, porque puedo… hacen falta más razones?

 
 
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